Nuestro Viaje

Hay experiencias en la vida que te atrapan y nuestro viaje a Uganda ha sido una de ellas…

Las semanas previas al viaje fueron muy emocionantes.. nos dedicamos a recoger ropa, medicinas, donaciones y material escolar con la ayuda de todos nuestros amigos y familiares; conseguimos casi 100 kg para los niños . Los días pasaban y se acercaba la fecha de irnos a esa bonita aventura, teníamos una mezcla de nervios, emoción y una gran dosis de ilusión.

Después de un largo día de viaje llegamos de madrugada por fin a Entebbe (Uganda). Todo al llegar a África te sorprende, estábamos deseando llegar al orfanato para ver a los niños. La primera noche fue inolvidable, no conseguimos dormir ni una hora; por la mañana muy temprano escuchamos las voces de los niños jugando y riendo, estábamos con muchas ganas de verles y abrazarles. El recibimiento de estos niños me cuesta describirlo.., todo sonrisas, abrazos y agradecimientos por estar allí, niños que muchos de ellos todavía no saben casi ni hablar, pero solo con sus miradas te hacen sentir que has hecho bien en ir. Enseguida te llaman Auntie; para ellos eres parte de su familia y saben que estás allí para jugar con ellos, protegerles y darles cariño.

Empiezan a pasar los días y vas conociendo a cada uno de ellos por su nombre, detrás de cada uno de ellos hay una historia desgarradora: padres desaparecidos, enfermos o simplemente que no puede hacerse cargo de ellos por lo que les abandonan.

Por las mañanas los niños van a la escuelita infantil que está dentro del orfanato y que acoge también a niños de fuera, ésto es una fuente de ingresos también para el orfanato. Fue muy emocionante cuando les entregamos todo el material escolar que les llevamos: pizarras, lápices, cuadernos, libros en inglés, letras para aprender a leer, plastilina…, en fin, todo lo necesario para que en una temporada larga puedan aprender. Para nosotras, este momento fue muy emocionante, ya que te impresiona ver desde pequeñitos lo agradecidos que son, su frase continuamente es: “ Thank you so much “.

También disfrutamos mucho cuando les dimos las camisetas de fútbol, gracias a madres amigas de niños pequeños, les pudimos llevar equipaciones de España, Real Madrid y Atlético de Madrid, no os podéis imaginar lo felices que fueron..

Cada día en la casa fue una emoción diferente, pudimos incluso escucharles cantar rezando para irse a la cama, darles biberones, ver como se lavan los dientes y lo ordenados y educados que son. También estuvimos visitando a los mayores en el Colegio – Internado donde van a partir de los 6 años; nos llevamos a todas las niñas a pasar el fin de semana a la casa y no podían estar más contentas de estar allí y volver a ver a los niños y a las aunties.

Una pregunta que nos han hecho es si después de volver de África te cambia la vida, pues bien,   creemos que vuelves a tu rutina, a tu trabajo, a tu vida, tus amigos y a tu familia, pero ya para siempre te queda un hueco de reflexión y una gran dosis de responsabilidad donde ya estos niños pasan a formar parte de tu vida.

Es una experiencia maravillosa que creo que todos deberíamos pasar por experimentar una vivencia así. Es una lección de vida, nos quedamos con su generosidad, que sin tener nada, lo poco que tienen siempre lo comparten entre ellos; pero lo más bonito del viaje y con lo que nos quedamos en nuestros corazones y nos da fuerza cada día para seguir son sus SONRISAS.

 

Todo suma, todo vale, todo cuenta...